UNA PRÁCTICA ALTERNATIVA

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Trabajo práctico final Cátedra de Comunicación Social de Carlos Mangone

Introducción

El presente trabajo tendrá como eje central el tema de la alternatividad en los medios de comunicación. El objetivo general que se presenta es analizar la política cultural de una práctica alternativa.Para ello se ha elegido como objeto de estudio el “Movimiento de Documentalistas”. Este Movimiento surgió hace aproximadamente diez años con el objetivo de “contribuir en lo posible al enriquecimiento y transformación del documental en simultáneo con la transformación de la realidad toda”, 1en otras palabras, utilizar el documental no sólo como obra de arte sino como una herramienta con incidencia en esa realidad que busca revelar. Partiendo de la definición de Simpson Grinberg que dice: “es alternativo todo medio que - en un contexto caracterizado por sectores privilegiados que detentan el poder político, económico y cultural - (…) implica una opción ante el discurso dominante”. Es decir que lo aternativo se opone a lo “complementario o marginal”, ya que cuestiona el statu quo. Se considerará que el movimiento analizado efectivamente es alternativo y aporta desde su lugar una herramienta para el cambio de la realidad social. El desarrollo del informe incluirá la descripción del inicio del Movimiento, las características y funcionamiento orgánico. Se demostrará el tipo de acciones que esta experiencia lleva adelante: objetivos, propuestas con las cuales pretenden manifestar su compromiso con la sociedad y el público.Asimismo se dará cuenta de sus prácticas específicas y de la presencia del Movimiento en otros soportes mediáticos.Para el análisis de la experiencia se utilizará el material bibliográfico de los módulos IV y V de alternatividad y políticas culturales propuesto por la cátedra.Con respecto a las políticas culturales se considerarán los aportes de García Canclini, Mangone y Wortman. Y en cuanto al tema de la alternatividad los textos de Enzenberger, Graziano, Simpson Gimberg, Baudrillard, Mangone, Getino, Rodríguez Esperón.Por último se analizará el discurso y las acciones del Movimiento para corroborar si se trata de una experiencia alternativa y en qué tipo de política cultural se inscribe.Descripción Para describir la labor del Movimiento de Documentalistas y sus integrantes se implementó la búsqueda de material en sitio web “Documentalistas.org.ar”; se consultaron publicaciones en medios gráficos nacionales y provinciales y se realizó una entrevista personal a la responsable del Área de Prensa y Difusión de la experiencia alternativa, María Amalia García.El Movimiento de Documentalistas se fundó en el año 1996; la primera idea fundacional que motivó la construcción del mismo fue la opción contenida en la frase: “El documentalista, entre la mirada y la acción”. Este fue el nombre de la primera publicación del Movimiento, una revista que acompañó el Primer Festival Nacional de Cine y Video Documental que organizaron en 1997 en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires.Miguel Mirra, uno de sus fundadores argumenta que, “en esa época nuestra preocupación pasaba por sentirnos navegando entre la mirada, es decir, el encuentro y el movimiento, es decir la acción”. Y agrega que “la primera idea fundacional, aunque desarrollada con el tiempo, sería entonces: el documental es acción”.Para la organización de ese primer Festival los Documentalistas aceptaron el ofrecimiento del Municipio de hacer los afiches; dos días antes estos llegaron con una franja inferior en la que se daba a entender que el acontecimiento era parte de la gestión del intendente de Avellaneda. La reacción de los organizadores reales fue: “tijera en mano los compañeros de difusión cortaron toda la franja inferior y se pegaron así los afiches. El Festival fue un éxito total y nadie se atrevió a reclamarnos nada. La noche de las tijeras despiertas forjamos la segunda idea fundacional: la independencia política y, por añadidura, independencia del poder político y económico”.El nombre Movimiento de Documentalistas lo adoptaron entre el año 2000 y 2001 luego de decidir no aceptar ninguna ayuda institucional.Los Documentalistas comenzaron a definir su perfil con lo que sería la tercera idea fundacional: la humildad, la paciencia y la perseverancia en la organización y la voluntad, la inflexibilidad y la determinación en la confrontación.La cuarta idea fundacional del Movimiento de Documentalistas fue: no a los burócratas. No a los burócratas del cine, pero también a los burócratas de la cultura; y no a los burócratas de la política, vinieran de donde viniesen.La quinta idea fundacional de los Documentalistas fue: sólo relacionarse como iguales y entre iguales, y cada uno se representa asimismo. Nadie decide por nadie y cada uno piensa con su propia cabeza.El 19 de diciembre del 2001 realizaron una reunión multitudinaria donde se concretó la convocatoria a todos los realizadores del país para participar de la construcción del Movimiento de Documentalistas. Inauguraron el sitio en Internet; se organizó el área de fotografía documental y se editó boletín “Los documentalistas”.El Movimiento creció cuantitativa y cualitativamente en el área de organización y producción, en la formación y en la difusión de la actividad documentalista a nivel Nacional e Internacional.En el año 2002 instauraron el 27 de mayo como el Día del Documentalista en un acto multitudinario de homenaje a Raymundo Gleyzer, secuestrado y desaparecido en esa fecha del año 1977. De aquí surge la quinta idea fundacional: el documental es acción con memoria.El Movimiento hizo público su rechazo en adoptar la contrainformación como modelo de producción comunicacional. Fijaron como meta no usurpar el protagonismo a los trabajadores ocupados y desocupados en el terreno de la comunicación y de la producción documental; entregándoles las herramientas para que ellos mismos puedan producir su propia imagen y sus propios mensajes sin depender de grupos o medios ajenos.A partir de esta postura se desprende el principio básico del Movimiento de Documentalistas: ninguna relación con los usurpadores del protagonismo social en la comunicación.Desde el 2002 al 2003 los Documentalistas comenzaron a compartir experiencias con realizadores de otros países del mundo, oprimidos y explotados y se convirtió en un Movimiento Internacional.Análisis del objeto:A partir de la lectura de los textos seleccionados se analizará la acción del Movimiento de Documentalistas y su relación con el contexto histórico.Las diferentes décadas: Los ’60 y los ‘70En las décadas del ‘60 y ‘70 surge la gran mayoría de los proyectos de comunicación alternativa en América Latina vinculados a “un proceso de ascenso social y político, articulado a alguno de esos agentes de ese proceso” (...) “muy vinculado a la lucha política armada” 2.La finalidad de este tipo de comunicación era la concientización por dos vías: por un lado, “una comunicación alternativa que es una educación paralela (radio educativa)” sobre todo en zonas rurales donde la gran mayoría de los habitantes no tenían acceso a una educación formal. Y por otro “la crítica ideológica enfocada a denunciar el imperialismo cultural, a la aculturación, a la colonización mental”3. Un ejemplo claro de este funcionamiento es el de las radios mineras bolivianas.En Argentina comienzan a manifestarse “las utopías culturales de los años ‘60, utopías fuertemente marcadas por el Mayo Francés, la Revolución Cultural China, la idea difundida de que, por fin, en Cuba se habían unido esos dos Polos”4 y, en este contexto, los intelectuales de izquierda y algunos sectores del Peronismo estaban articulados con los sectores populares; proceso que quedó trunco a partir del Golpe de Estado de 1976.A pesar de que el Movimiento de Documentalistas surge en la década del ’90 retoma el espíritu de crítica ideológica que caracteriza a los ’70, aunque en esa década las representaciones sociales, los imaginarios y los valores no son los mismos que en los ‘90. El Grupo Cine Liberación en el año 1969 hace referencia al concepto de “tercer cine como cine acción”. Al igual que el Movimiento de Documentalistas que aquí se analiza se considera que “el documental es acción”. Tanto uno como el otro son movimientos alternativos ya que cuestionan el orden político, social y económico imperante y consideran su actividad como elemento contestatario generador de conciencia crítica.“Cuanto más revolucionario sería darle la palabra al colonizado, al explotado par que nos muestre su realidad tal cual es con todas las grandezas y miserias de su humanidad, sin deformaciones interesadas en ilustrar otros postulados (…) Cuando el objeto del film, ese extraño u otro, es al mismo tiempo el sujeto creador estamos transitando un camino de liberación” 5 Aquí es apropiado considerar el debate que se produce entre Enzensberger y Baudrillard con relación a la capacidad de los medios para ser o no una herramienta de transformación social.La organización Movimiento de Documentalistas bien pueden ilustrar la propuesta de Enzensberger, ya que dicho movimiento enuncia como uno de sus principios que ”nunca tratará de usurpar el protagonismo de los trabajadores ocupados y desocupados en el terreno de la comunicación y la producción documental”, lo que constituye la puesta en práctica de un auténtico feed back comunicacional. En relación con este último aspecto en el campo de la industria de la conciencia se percibe una analogía entre productores - consumidores, transmisor - receptor, lo que en último término está basado en la contradicción entre clases dominadoras y dominadas. Es en este punto donde se reconoce la importancia del feed back como un intento, al menos, de dar cauce a las posibilidades emancipadoras de las nuevas fuerzas productivas.Otra cuestión importante es el concepto de manipulación, la práctica execrada por la izquierda, y la que ofrece algunas diferencias. Enzensberger la define como “una conciente intervención técnica en un material dado” si es de una importancia social inmediata, la manipulación constituye un acto político, “escribir, filmar o emitir sin manipulación no existe”. Es fundamental, entonces, quién manipula. Por lo tanto un proyecto revolucionario no debe ni puede eliminar a los manipuladores sino que ha de lograr que cada uno sea manipulador; en palabras del Movimiento de Documentalistas: ”entregar las herramientas para que cada uno pueda producir su propia imagen y sus propios mensajes sin depender de grupos o medios ajenos”. Aunque este movimiento en su manifiesto rechaza el concepto de manipulación, pues lo asocia con el de usurpación de los verdaderos protagonistas de los procesos sociales, en la práctica que propone existe acuerdo con lo dicho por Enzensberger. En consecuencia se impone recorrer las ideas fundacionales del movimiento que nos ocupa, en su totalidad y tal como sus mismos protagonistas las definen:? · El documental es acción, como un reflejo de la postura entre “la mirada y el movimiento, la acción”. En otras palabras, el compromiso que no se agota en la simple elaboración del material. Para Enzensberger el valor social del especialista puede ser medido por el grado en que es capaz de aprovechar los factores emancipadores de los medios y llevarlos a su madurez ya que ha de trabajar en calidad de agente de las masas.? · Independencia política del movimiento e independencia del poder político y económico, como un seguro de libertad para la expresión de ideas y su aplicación en la acción: no estar supeditados a ningún partido político. Esto es, en palabras de Enzensberger una emancipación real, porque no depende de la ayuda de los aparatos tecnológicos o sistema, por lo tanto no sucumbe a una oscura fe en el progreso, pero tampoco sucumbe al liberalismo que proclama la idea de una armonía preestablecida entre los intereses sociales.? · Humildad, paciencia y perseverancia en la organización y la voluntad. Inflexibilidad y determinación en la confrontación. ? · No pedir ayuda a los burócratas del cine ni a los de la cultura. Tampoco a los de la política. De esta manera el Movimiento de Documentalistas se afirma en el rechazo al falso feed back que se debe no a razones técnicas sino políticas.? · Nada de representantes, delegados, dirigentes, ni ningún burócrata del documental. Solo relacionarse con iguales entre iguales, ya que cada uno se representa a sí mismo. Nadie decide por nadie y cada uno piensa con su propia cabeza. Según Enzensberger la ingenua confianza en la magia de la reproducción no puede sustituir el trabajo de organización; sólo unos grupos activos y coherentes pueden forzar a los medios a cumplir la ley de sus acciones. La organización, como toda estrategia socialista de los medios se propone la eliminación del aislamiento de los participantes individuales en el proceso de aprendizaje y producción, lo que, como establece Enzensberger es imposible sin la autoorganización de los interesados.? · El documental no es sólo acción, sino acción con memoria – como otro reflejo del compromiso político que caracteriza a este Movimiento -? · Ninguna relación con los usurpadores del protagonismo social en la comunicación. Desde la perspectiva de Benjamin, según Enzensberger “el único teórico marxista que se dio cuenta de las posibilidades emancipadoras de los nuevos medios”, la fundamentación de la obra de arte en el ritual se sustituye por la fundamentación en otra praxis, la política. Esto se debe a que por el peso absoluto de su valor de exposición la obra de arte se convierte en la actualidad en objeto de funciones completamente nuevas, y en contrapartida, la artística, se destaca como función secundaria. Con la socialización del arte, no se corresponde la existencia de aquellos especialistas que hacen de su especialización una virtud, pues cada uno tiene que ser capaz de ser manipulador.Lo que este movimiento propone es, entonces, documentar de manera comprometida la realidad social que critica y, como condición de completa libertad para llegar a su objetivo, no tiene relación con ningún partido político, ninguna asociación u organismo del Estado. Asimismo carece de representantes o portavoces – para que todos sean libres de utilizar su propia voz -. Elige diferenciarse, al mismo tiempo, de los documentalistas que sí trabajan de esa manera, por creer que el compromiso que tienen con su labor no es válido o genuino. Para finalizar, se postula que este Movimiento constituye un nuevo medio “porque está orientado hacia la acción, no hacia la contemplación; hacia el presente, no hacia la tradición”; propende, por lo tanto a la eliminación del monopolio cultural de la intelligentsia burguesa. Además se erige como un intento de socialización de la memoria porque puede ser reproducido en cualquier momento pues no está reservada a una casta de sabios.Los ‘80Para caracterizar esta época, donde la gran mayoría de las dictaduras Latinoamericanas dejan el poder, es rica la reflexión que Wortman hace de la experiencia argentina: “La transición democrática (…) fue un escenario muy rico en balances y revisiones no sólo de lo ocurrido en el plano de la cultura como consecuencia de la dictadura militar (1976-1983), durante el cual las voces de la cultura y de la esfera intelectual fueron silenciadas material y simbólicamente, sino también de los momentos de mayor efervescencia política, los años setenta”.El Movimiento de Documentalistas define que el documentar es acción. En este sentido es apropiado relacionar su actividad con el concepto de Cultura de Néstor García Canclini, puesto que, como bien señala el autor: “es un conjunto de procesos donde se elabora la significación de las estructuras sociales, se la produce y transforma mediante operaciones simbólicas”. Y en este sentido es que opera el concepto de acción para el Movimiento de Documentalistas. Existe un tejido teórico y práctico que da cohesión inicial a la construcción de este grupo. Se trata de un tejido de ideas y hechos tramado por una combinación de experiencias y esperanzas sobre la afirmación de que el documental es acción en esta interrelación entre los actores sociales y las acciones simbólicas que se plantean en la sociedad.Por otro lado las prácticas de este Movimiento se acercan al paradigma político de democracia participativa que describe Canclini y que tiene que ver con la existencia de múltiples culturas en una misma sociedad; esto lo demuestran los trabajos de los Documentalistas que buscan exponer los intereses de todos los sectores sociales y sobre todo de aquellos más marginados y explotados.Además el Movimiento intenta reflejar a través de sus actividades los derechos de los individuos, la solidaridad; el trabajo colectivo y voluntario que marca la tendencia de una política participativa. En palabras de Canclini esto sería: “artistas que reivindican formas de vida alternativas al sistema hegemónico, movimientos de educación popular y desarrollo comunitario”.En este sentido se desprende que la intención del Movimiento de Documentalistas es estar totalmente desligado de los grupos burocráticos y de esta manera relacionarse directamente con los grupos populares.Sin embargo es acertada la observación de Carlos Mangone cuando sostiene que: “la alternatividad no pudo escapar al desplazamiento culturalista de los años ochenta, en el marco de derrotas políticas e ideológicas fue influido por flujos discursivos posmodernos que pusieron en el centro la diferencia cultural por sobre la desigualdad social. De esta manera se iba consolidando un piso de consenso y de visibilidad y se replegaba paulatinamente el objetivo de disputar el poder político y comunicacional. Se perdió de vista entonces que la comunicación alternativa nació por las desigualdades entre flujos informativos, entre posibilidades de expresión, entre ideologías en pugna, por los derechos de sujetos sociales censurados”.Retomando la definición sobre alternatividad de Simpson Grinberg que dice: “es alternativo todo medio que, en un contexto caracterizado por sectores privilegiados que detentan el poder político, económico y cultural (…) implica una opción ante el discurso dominante”. Para el autor, los medios alternativos son en sí “un proyecto que cuestiona la concentración del poder comunicacional independientemente de las razones que aduzcan para legitimarlo.”6Se entiende que el Movimiento se acerca a esta definición, en la entrevista realizada a la encargada de la prensa, María Amalia García. Ella asegura que: “se trata de producir desde la autogestión y el compromiso, denunciando y poniendo en imágenes lo que no se ve. Dando la palabra al oprimido, haciendo que este sea sujeto y no objeto del filme. Se trata de generar un vínculo que permita la confianza y el trabajo compartido, posibilitar la toma de conciencia de lo que significa un medio puesto al servicio de los que hoy están excluidos”. Los `90 y 2000:Los conceptos que caracterizan esta época son el neoliberalismo, y sus consecuencias de privatización, flexibilización laboral, mercantilización de la cultura, desmovilización social, procesos de degradación de la matriz sociocultural que siguen vigentes. Según Wortman: “Se instaura el mercado como fuerte regulador de la vida social cultural y se impone en la reflexión sobre la cultura y la política el enorme desarrollo del escenario massmediático, que redefine la política, los lenguajes y la relación de la sociedad y la cultura”.En este devenir la comunicación alternativa pierde el objetivo que había tenido en décadas anteriores para constituirse en un medio en sí mismo, “alternativo de”.Sin embargo y a pesar del contexto social el Movimiento de Documentalistas no abandona sus ideas fundacionales y su postura crítica característica, no de su época de surgimiento sino de los ’70 y además crece como movimiento alternativo, decide “salir del corralito burocrático”. Es decir, romper de manera definitiva con cualquier tipo de institución oficial para ser totalmente libres de cumplir con sus objetivos. “Se trata de producir desde la autogestión y el compromiso, denunciando y poniendo en imágenes lo que no se ve”, según señala la responsable del área de prensa María Amalia García.En relación con lo dicho anteriormente María Amalia García sostiene que: “El Movimiento no acepta subsidios del estado. No acepta discutir con los funcionarios la realización de concursos de documentales convocados por el INCAA. Ni acepta como conquista competir entre documentalistas en vez de colaborar. Una comisión elegida democráticamente por los documentalistas debe evaluar los proyectos y decidir la proporción de asignación de recursos para todos de acuerdo a cada proyecto. ¿Sí para todos no hay plata? Que pongan un impuesto a las películas norteamericanas que ahogan nuestra industria, por ejemplo. No a los concursos. No a la competencia. No aceptamos sentarnos a discutir la flexibilización de la preclasificación como si eso fuera una conquista. No aceptamos de hecho y sin cuestionamientos la existencia misma de ese mecanismo discriminatorio y autoritario”.Rodríguez Esperón hace una distinción entre comunicación alternativa y alterativa. La primera se inscribe en una transformación global de la sociedad; en cambio la segunda pretende alterar las cosas existentes, lo cual no implica una ruptura con el sistema de dominación. Aquí también el Movimiento está más cerca de la alternatividad que de la alteratividad, María Amalia García explica que, “nos mueve cierta necesidad de acción que propone lenguajes audiovisuales en construcción permanente. Nos convocan y movilizan las acciones humanas documentadas, documentales y documentables que construyen objetivamente y subjetivamente la realidad. Nos une y motiva las ganas de contribuir en lo posible al enriquecimiento y transformación del documental en simultáneo con la transformación de la realidad toda”.ConclusiónEste informe se propuso como objetivo analizar la política cultural de una práctica alternativa. Se eligió como objeto de estudio el Movimiento de Documentalistas.Antes de abordar el análisis de la experiencia, partimos de una hipótesis: El Movimiento de Documentalistas es una experiencia alternativa y tiene como finalidad aportar desde su lugar, una herramienta para el cambio de la realidad social.Emprendimos un relevamiento del contexto histórico, que comprende las décadas de los ’70, ’80 y de los ’90 y 2000. Llegamos a la conclusión, a través de charlas con integrantes del Movimiento, buceando en los documentos y seminarios publicados en el sitio web y en notas realizadas en la prensa escrita, que el espíritu y la ideología del Movimiento se inserta en la ideología de los años ’70, a pesar de no haber surgido en esa época sino que llamativamente surgió en de los ’90. En el Movimiento hay ideas fundacionales y hay acciones concretas que responden a la definición de alternatividad de Simpson Grimberg. Entre sus ideas fundacionales encontramos: a) el documental es acción con memoria. b) independencia del poder político y económico. c) la humildad, la paciencia y la perseverancia en la organización y la voluntad, la inflexibilidad y la determinación en la confrontación. d) no a ninguna clase de burócratas. Y por último, e) Solo relacionarse como iguales y entre iguales.En cuanto a sus prácticas creemos que no se contradicen con el discurso que pregonan. Se autofinancian con los cursos que realizan en su sede. No tienen jerarquías dentro de la organización, solo dividen tareas entre sus miembros. La toma de decisiones es por consenso Como en el caso de la “TV Libre”, el Movimiento junto al Movimiento de Trabajadores Desocupados de la Matanza, genera espacios donde el objetivo central es poder recuperar la palabra y la imagen, para poder reconstruir la historia con una conciencia crítica. Desde su página web, proponen un lugar para que cualquier persona interesada pueda acercar su trabajo y logre, de esta forma, divulgarlo en los festivales que el Movimiento realiza.Entendemos que, sin menos preciar ninguna experiencia alternativa de la época que fuere, el Movimiento hace un esfuerzo muy grande por conservar su perfil alternativo ya que su contexto político, económico y social le es totalmente desfavorable. En la actualidad las políticas culturales se desarrollan por medio del gerenciamiento. Dejan de lado la importancia de tener una política cultural que aborde los intereses de la sociedad toda y pasan a mostrar hechos aislados, como por ejemplo, el evento “Buenos Aires No Duerme”, que su duración no fue más allá de diez días. Siendo este el escenario actual, el Movimiento se puede inscribir en lo que Wortman define como el intelectual latinoamericano: “se involucra, esta más cerca de la sociedad que del Estado, lo cual no implica quitar principios de validez a su pensamiento, por el contrario, le otorga una visión más compleja de la realidad”.1 Buen Abad, Fernando, Movimiento de Documentalistas, Diciembre de 20012 Mangone, Carlos, Teórico 10, Año 20043 Mangone, Carlos, Teórico 10, Año 20044 Sarlo, Beatriz en Vaivenes del campo intelectual político intelectual en la Argentina, Ana Wortman, 20025 Prelorán, Jorge, Movimiento de Documentalistas6 Simpson Grinberg, M: “Comunicación alternativa: tendencia de la investigación en América Latina”, en Comunicación alternativa y cambio social, México, Premia Editora, 1986, pág. 59 módulo de cátedra.